Sí, es mi cumpleaños hoy. Teniendo en cuenta que lo paso, como siempre, pensando en mejora de productos, este año en especial decidí enfocarme en los mensajes que nos llegan de diferentes plataformas digitales y el impacto que tienen (¿positivo? ¿negativo? ¿neutro?) en el usuario, digamos, independientemente de lo mucho o poco avanzado que sea. Analizaré solo algunos y os contaré por qué creo que son relevantes, o por qué no lo son. El doodle de cumpleaños de Google. Un clásico, maravilloso y el de más factor sorpresa, ya que la mayoría de nosotros ni nos acordamos de que estamos constantemente registrados (y trackeados) por nuestras cuentas de gmail. Así que el usuario se levanta, va a buscar un bar local al que ir con sus amigos a celebrar por la tarde y ¡Bum! Google le desea un Feliz Cumpleaños. Una maravilla. 10/10. Aaaaahhh... el día que te acuerdas de que sí estuviste inscrito/a en el gimnasio. Aunque este mes le tuve a Dir un poco abandonado, solía ir como mínimo 3-4 veces a la semana, así que sé que los desayunos en Saibó valen la pena. Todo un detalle. Los descuentos, probablemente, no los aprovecharé, pero han conseguido llamar mi atención. 10/10. 12 EUR de regalo para realizar compras, además, en los dos campos que habitualmente utilizo, no está mal. Sin embargo, Carrefour me mandó un descuento similar hace unos días, lo que significativamente disminuye el valor del push actual, así que... 8/10. Lo siento. No me he sentido lo suficientemente especial. OKCupid. Me costará ganarles, y mucho. Me dicen que me mandarían, llamemoslo "posibilidades" para salir, pero saben que estoy en una relación feliz, así que lo respetarán. No me han regalado nada. No me han prometido cosas. ¿Me han impactado? ¡Mucho! Por datos que igualmente tienen en el sistema, así que de dificultad de gestión a nivel de desarrollo - cero. Son mis dioses de Marketing en dating. Completamente. 10/10. Como BBVA usa la gamificación para ganarse los usuarios lo considero algo fenomenal (eso sí, me gustaría ver las estadísticas en cuanto a los resultados que obtienen). Bueno, me regalan 600 puntos extra en premios, participar en sorteos o utilizarlos sí... si juego, ¿no? ¿Y si no jugaba antes? Allí está. 10/10. Por marketing. (Banco Sabadell hizo un bonito detalle de San Jordi que también vale la pena subrayar, ya que hablamos de sentirnos especial. Todavía me queda pendiente recogerlo, pero creo que igualmente merece una mención) Según M Automoción, el hecho de seguir siendo mi concesión es el mejor regalo que me pueden dar. Bueno, cuenta el hecho de mandarme un email (aunque sea con un "!" en vez de "¡"). Ha sido un poco como la pareja que te dice "Cariño, ¿qué te tenía que haber comprado? ¿Acaso el hecho de estar conmigo no es lo mejor que te pudo haber pasado?". Summa summarum, un lavado o cambio de aceite no vendría mal, ¿no? 6/10
0 Comments
Hoy ha pasado un mes desde cuando entré de nuevo al régimen South Beach. Para los que no saben bien lo que es, South Beach es el estilo de vida basado en la selección de productos alimentarios con bajo índice glucémico (IG). Cuando consumimos ciertos alimentos, los carbohidratos que ellos contienen se digieren y absorben con una velocidad diferente. Así, los azucares y glúcidos simples, tales como sacarosa, producen respuestas muy rápidas: la glucosa se libera con más velocidad y cae mucho antes, por lo cual, aumenta la necesidad de comer. South Beach tiene varias fases, pero es relativamente simple y fácil de entender. Si tuviera que resumirla en una frase: comemos proteinas y alimentos con bajo IG (con bajo, cuanto más bajo, mejor, pero que no superen jamás 50). En South Beach el desayundo ideal sería un yogurt de soja (20) con almendras (15), carne cocida de pollo (0) con brócoli (15) para lunch, cerezas (25) con chocolate negro de más de 70% de cacao (25) de postre, y pescado (0) con ratatouille (20) para cenar. En la página web de Montigniac se puede buscar un alimento por el índice glicémico así que si os interesa saber los detalles de IG de los productos, os recomiendo mucho la página. Creo que el hecho de entender que lo que engorda realmente son los carbohidratos y no las grasas ha sido lo que mejor ha impactado a mi forma de pensar sobre dietas y, también, como que no, la salud y la figura. He estado en South Beach varios meses hace años y he conseguido a bajar un volumen increíble de peso, el cual jamás recuperé. Sin embargo, el sedentarismo de una friki de digital y la facilidad de pedir pizza versus cocinar pollo al vapor me han hecho abandonar el camino correcto y volver a las manos del mal alimentario. Hace un mes, tras sentir una necesidad increíble de comer dulce de cualquier tipo, he decidido volver a los brazos de South Beach. Aquí os dejo mis descubrimientos: 1) El organismo no necesita tantos carbohidratos como parece: de hecho, puedo vivir muy bien solamente consumiendo los buenos carbohidratos y proteinas. No necesitamos ni pan blanco, ni patatas, ni tampoco arroz para sobrevivir. Los legumbres, verduras y carnes son más que suficientes. 2) Comiendo productos con bajo IG no se siente la necesidad de echar siesta después de comer: como evito azucares y los saltos de insulina, tampoco tengo sueño al terminar de comer. 3) Desayundando solo huevos tengo menos hambre y me siento bien durante más tiempo que si desayuno huevos con pan: comprobado. 4) Se puede comer sano y rápido en la oficina: eso sí, tengo siempre yoghurts, nueces y derivados al alcance, para no quedarme con hambre demasiado tiempo. 5) Es fácil elegir productos buenos y hacer un lunch en el trabajo al estilo South Beach: incluso eligiendo productos preparados de los que vende la mayoría de supermercados (en Montcada tengo el Consum al alcance, pero cualquiera sirve). 6) Cuando sales a comer fuera, en la mayoría de menús de restaurantes es posible elegir tanto entradas como segundos de bajo IG: además, en la mayoría de sitios puedes pedir sustituir las patatas fritas con ensalada (aunque últimamente me pasó en Tommy Mels que no querían hacerlo. Me acordé de tiempos de gestionar situaciones similares y pensé "Tienes suerte que no soy tu manager. Por el coste que esto supone y la imagen que das a un cliente que, además, está acostumbrado a no encontrar estos problemas en sitios como Ribs o Fosters Hollywood (-competencia-), es una muy mala decisión..."). Aquí unos ejemplos de cenas a la South Beach de comida Americana, Mexicana y Thai. Totalmente recomiendo leer el libro de Arthur Agatson The South Beach Diet si todavía no la habéis leído (está en versión en castellano también), sobre todo si os sentís fisicamente cansados y tenéis poco tiempo para preparar alimentos sofisticados y medir exactamente las cantidades de comida. Lo importante es saber que South Beach es más un estilo de vida, así que el cambio es lento, pero eficaz.
|
AuthorTodo sobre mi en la sección "About". Archives
April 2016
Categories
All
|